Mientras mamá se volcó en los hijos que quedábamos en la tierra, papá ya sabes como dedicó su vida a tu memoria, escribiendo todo tipo de textos, llenos de la fe que nos inculcaron, y haciendo multitud de cosas en tu recuerdo.
El primero de ellos, el relato más duro, y que supuso un hito en prensa de la mano de Ángel Pérez Guerra, cuenta los dramáticos momentos que van desde la notificación de la terrible noticia de tu muerte a tu entierro. Un doloroso recorrido por los primeros momentos de una vida para nuestros padres, ya rota por el dolor de tu pérdida, y que supieron llevar con asombrosa entereza.
Sobra advertir de la crudeza del relato, que ha hecho a muchos leerlo por partes por la emoción.
LLANTO POR MI HIJO ALEJANDRO
¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué han matado a mi hijo, a mi Alejandro de mi alma, al hijo de mis entrañas? ¿Por qué? ¿Por qué le han partido el corazón? ¿Por qué, por ser generoso, le han quitado la vida? ¿Por qué, Señor, por qué? ¿Por qué me han arrebatado a mi hijo con 24 años, tan bueno, tan alegre, lleno de salud, de proyectos e ilusiones, en plena juventud, con toda una vida por delante? ¿Por qué, Dios mío, por qué?